De mi tesis de grado. O cómo mezclar dos realidades.

Después de un año intentando en vano progresar en una tesis diferente, habilitaron una nueva modalidad de grado y tuve la posibilidad de cambiar de proyecto, así que decidí investigar un tema que me apasiona y que considero necesario visibilizar: las subculturas (gamers, otakus y k-popers entre ellas). 

Mi propuesta: producir una serie de documentales sobre estas subculturas en mi ciudad: sus prácticas, sus características, sus necesidades...

Las reacciones fueron variadas: apoyo, interés, rechazo, burla. 

A mis compañeras de tesis muchos les han cuestionado su decisión de 'seguirme la corriente', pues estoy 'supremamente loca' y ellas están perdiendo su tiempo. Otros, desde su ignorancia hablan de la poca seriedad de estudiar 'comunidades tan pequeñas', 'grupos tan poco definidos' o 'modas pasajeras', afirmaciones que son claramente refutadas en la tesis. La Universidad no es tan 'abierta' como aparenta ser, el peso de la institucionalidad y la costumbre los lleva a hacer duros miramientos frente a propuestas novedosas o movimientos alternativos.

Pero señales de interés desde la comunidad local y nacional, y, principalmente el agradecimiento de quienes pertenecen a estas comunidades por acercarnos a ellos sin miramientos, con una mirada comprensiva e intentar plasmar la realidad de estas expresiones me han motivado a seguir a pesar de todos los obstáculos y las críticas a nuestro trabajo.

Ha sido un año de trabajo duro, de problemas, y de cultivarme mala fama en la Academia, pero es muy fuerte la pasión que me empuja a trabajar en esto, a hablar de lo que quiero hablar, a escoger como sujetos de investigación a los miembros de las comunidades que me han recibido sin miramientos cuando los demás me rechazaban. Y ver cada producto finalizado, mostrando lo que quiero mostrar: la realidad de unas comunidades tan injustamente aisladas y criticadas, las personas amigables e inteligentes que se identifican con estas subculturas, la integración en comunidades que se convierten en una segunda familia. 

Ya presentamos nuestro trabajo al jurado calificador, y a pesar de todos los pronósticos no lo rechazaron. Aunque nos han enviado a rehacer todo, yo no me doy por vencida, porque conozco estas culturas (como investigadora, pero también como integrante) y quiero que los demás también las conozcan. Por eso digo aquí que no me arrepiento, sino que me lleno de orgullo del trabajo que he realizado y que cuando sea aprobado nuestro proyecto diré con la cabeza en alto que la tesis con la que me gradúo es "Neiva Joven, Subculturas y Expresiones Juveniles. 2014-2015". Así que no importa lo que la gente les diga, apuéstenle a lo que les apasiona porque con dedicación y seguridad pueden volver el mundo a su favor, y no importa cuan improbable parezca: siempre hay alguna forma de vincular las cosas que les apasionan y cuando las cosas se hacen con amor y seriedad, hasta quienes están en contra lo notan.