Cómo inició todo.

Bienvenid@s, bellezas.

En ocasiones previas he comentado cómo inicié con esto del cosplay, pero no he dedicado un post a contar la historia completa, y cuando vi el post de Denisse sobre sus inicios como lolita me animé a hacerlo. Aquí va...

Mi fascinación por la cultura japonesa se remonta a mucho tiempo atrás, pero a diferencia de muchos de mis amigos, los animes no hicieron parte de mi infancia. Mi mamá siempre decía que "esos muñequitos tienen mensajes subliminares" y no me dejaba verlos. Sólo recuerdo haber visto algunos capítulos de Pokémon y otros de Digimon... eso sí, tuve los tazos de ambos, y también las cartas de Yu Gi Oh! (aunque todo desapareció 'misteriosamente').  Así que mi interés por la cultura japonesa se limitaba a: Yoga, Feng Shui, fascinación por el vestuario tradicional y atracción por la gente de ojos razgados. XD 

Durante el bachillerato pude por fin ver más anime, por Cartoon Network, mientras mi mamá volvía de trabajar: Vi Hamtaro y Mew Mew Power, aunque en ese entonces no lo consideraba algo diferente al resto de dibujos animados. Y también tuve mi encuentro con el lado moderno de Japón: estaba en 9° y me enloquecía el tema de las tribus urbanas, subculturas, cosas así... había investigado todo sobre hippies, metaleros, góticos, punkeros y un resto de grupos más cuando vi unas imágenes que realmente me fascinaron: eran lolitas! Me parecían encantadoras, dulces, femeninas y, sobre todo, muy diferentes. Pero mi admiración quedo allí, en admiración, porque aunque me encantaba, ese estilo resultaba muy costoso, y demasiado llamativo como para mi pequeña ciudad. Así, terminé inclinándome por el estilo hippie que aún me caracteriza.

Al entrar a la Universidad tuve una nueva oportunidad de hacer vida social (porque en el bachillerato había fallado miserablemente en ese aspecto y hasta el día de hoy conservo esas inseguridades) así que intenté ocultar lo rara y unirme a alguno de los grupos. Pero el destino quería que fuera rara y resultó que en uno de los grupos unas chicas veían en YouTube (como se hacía en ese tiempo) un anime llamado Kaichou wa Maid Sama, que me encantó porque era diferente a todo lo que había visto antes, y tenía una protagonista tan fuerte. Ahí fue que empecé a asimilar el anime como anime; aunque no vi más series por un tiempo, hasta un encuentro casual en la Feria del Libro...

Como la nerd que soy, la Feria del Libro es el paraíso para mí (si llevo dinero, claro está) y voy todos los años. Allí hay un pabellón para artes gráficas y cosas que no sean libros, en ese sitio compré una agenda de La Melancolía de Haruhi Suzumiya. La llevaba todo el tiempo a la Universidad, y muchos me decían "es parecida a ti" o "es un diseño personalizado? luce como tú", entonces me entró la curiosidad y busqué la serie, la vi y ME ENAMORÉ. La serie era muy buena, algo totalmente loco y diferente; pero lo que más me causó impresión fue su protagonista, su personalidad y su empuje, su apariencia y su inteligencia. Era maravillosa y yo sentía la necesidad de hacérselo saber a todo el mundo, pero no sabía cómo. 

La respuesta llegó a mí durante un viaje a Cali. Un chico con el que hablaba por internet me dijo: ohh, en serio quiero verte, pero estaré en una convención. Y yo, que no sabía nada de nada, pensaba que era una convención empresarial o algo así; pero él me dijo que no, que era de entretenimiento y que si quería, podía ir. Así fue. El Shinanime Festival fue mi primera convención y allí conocí el cosplay y dije: ésto es lo que voy a hacer! Consulté mucho sobre el cosplay, mandé a hacer mi traje, me corté el cabello y así representé a Haruhi Suzumiya. Ir al SOFA por primera vez fue una experiencia fuera de este mundo, todo era nuevo y divertido, interactuaba con la gente como lo haría mi querida Haruhi y las personas me pedían fotos, me abrazaban... quedé viciada, desde ese momento dije: ésto es lo mío, seré cosplayer. 

Y esa es la historia. Perdonen si los aburrí. Sólo quería resaltar que todo sucede por un motivo. Si una sola cosa de las que me llevaron al SOFA de 2012 hubieran resultado de forma diferente, no sólo serían diferentes dos de mis actividades favoritas (hacer cosplay y ver anime), tampoco tendría este blog. También mi círculo de amigos, mi trabajo de grado y muchas cosas más no serían iguales. Me es difícil imaginarlo ahora, pero pudo pasar. Y todo lo cambió el cosplay. Por eso, las críticas y los comentarios malintencionados me resbalan, pues sé lo que significa el cosplay para mí y nadie me podrá quitar eso.