Hablando de subculturas.

Hola preciosuras, les comparto un escrito que elaboré para acompañar mi tesis de grado sobre el tema de subculturas en la ciudad de Neiva:

Jóvenes neivanos y nuevas apropiaciones culturales. 

Comunidades que proponen identidades alternativas, para las cuales el tiempo de ocio y la tecnología son aspectos determinantes. Manifestaciones que, aunque se han esforzado por diferenciarse, cargan el peso de las tribus urbanas que tuvieron su ‘boom’ a inicios del 2000. Son las identidades juveniles que se camuflan dentro del heterogéneo entorno de la ciudad, las frecuentemente ignoradas subculturas en Neiva.

La oferta multicultural, a la cual se puede acceder con sorprendente facilidad a través de las nuevas tecnologías, incitan a los jóvenes a incorporar prácticas e imaginarios de distintas partes del mundo a su propia vida. Y de la apropiación de consumos culturales extranjeros, adaptados al contexto local, surgen asociaciones que fortalecen las ideas de quiénes son y qué los diferencia del resto de personas.  Estas identidades colectivas son clave en la instauración de las identidades individuales de jóvenes neivanos. 

En la actualidad existen diferentes subculturas inmersas en la ciudad, en gran medida desconocidas y frecuentemente rechazadas debido a variados aspectos como el bajo acceso a las tecnologías, o el tradicionalismo cultural y religioso fuertemente arraigado en la capital huilense.

Estas respuestas negativas de la comunidad han sido reforzadas por los medios masivos, quienes en las escasas ocasiones en las cuales presentan dichas comunidades y sus actividades suelen hacerlo de una mirada sesgada, lo cual, sumado a la falta de reconocimiento por parte de las instituciones y la sociedad neivana, constituye una de las principales problemáticas que enfrentan aquellos jóvenes que han integrado estas subculturas a su vida.   

¿Quiénes son?

Otakus, K-popers, Gamers, Skaters y Bikers, son los nombres de las subculturas presentadas en la producción ‘Neiva Joven, Subculturas’. Sus consumos culturales abarcan desde los videojuegos y las producciones para televisión, pasando por la música y la literatura hasta los deportes y la comida.

Otaku es quien define su identidad con base en el consumo de las novelas visuales, manga, y la animación japonesa, anime, como productos culturales distintivos. Las dinámicas grupales de los aficionados a la cultura pop japonesa (seriados y largometrajes, música, moda urbana) incluyen la realización de eventos para integrarse en torno a sus gustos y la representación de sus personajes favoritos en la práctica denominada Cosplay. 

K-Popers, aquellas personas que forman comunidad en torno al K-Pop, Korean Popular Music, la música pop producida en Corea del Sur, se integran en la llamada Ola Coreana o “Hallyu” y se sienten igualmente atraídos por otros aspectos de la cultura del país oriental tales como producciones televisivas (doramas) y tendencias urbanas.

Gamer es alguien caracterizado por su gran pasión e interés por los videojuegos, ya sea de consola o computador. A diferencia de un jugador casual, gasta gran cantidad de tiempo jugando, gusta de acumular conocimientos sobre videojuegos y, lo más importante, considera los juegos parte importante de su vida y su identidad.

Skaters y Bikers se reúnen en torno a deportes de carácter individual en constante desarrollo. Para los Skaters sus patinetas son su principal objeto característico. Los Bikers encuentran en el BMX FreeStyle, una modalidad con modernos criterios de evaluación y un estilo acrobático. Pero más allá de un deporte, han hallado identidad en una expresión urbana y en su comunidad, la cual va adquiriendo fuerza en Neiva.

Contra los prejuicios y la indiferencia.

Según la Gobernación del Huila, en el departamento existen aproximadamente 270.000 jóvenes, cifra que en Neiva tiene un aumento de aproximadamente 1.500 por año. La juventud es parte significativa de la población, y sus procesos no deben ser ignorados por el resto de la comunidad.

Aunque las subculturas previamente mencionadas tienen sus orígenes en los 90 a nivel mundial, su llegada a ciudades intermedias como Neiva es tardía, razón por la cual están actualmente en proceso de desarrollo tras empezar a manifestarse durante la última década.

Cada vez son más los jóvenes que se apropian de estas expresiones culturales integrándolas al contexto local, lo cual se evidencia en el progresivo aumento de los miembros de las agrupaciones en torno a ellas: Geomas, la principal comunidad Otaku, tras completar tres años desde su creación supera los 600 miembros. El grupo Gamer cuenta con 300 integrantes. Otro indicador que demuestra su crecimiento es la asistencia a eventos: El Friki Fest, organizado por la tienda Shinigami Storm, en el 2012 durante su primera edición contó con la asistencia de 110 personas y en 2013 reunió 220 personas, duplicando la cifra inicial.  

Siendo tantas personas, una de las necesidades más evidentes es la de espacios adecuados para sus actividades. GEOMAS (Grupo de Estudio del Ocio, Manga y Anime Surcolombiano), ha hecho de un espacio público, el centro de convenciones José Eustasio Rivera, su lugar de reunión habitual, viéndose limitados a la disponibilidad de este sitio usualmente empleado para ferias y eventos. Igual método tiene ‘Hallyu’, el grupo de K-Popers, enfrentándose a su vez a todas las limitaciones que un lugar abierto y público puede traer.

Skaters y Bikers, quienes cuentan con un espacio en la ciudad, el Skate Park, han hallado en él una forma de fortalecer sus colectivos; pero con más de 700 personas integradas en torno a estas prácticas el sitio no puede contener a estas comunidades que aún siguen creciendo.

Además de espacios adecuados, demandan apoyo estatal. Quieren que el gobierno local, y el gobierno nacional los tenga en cuenta, como grupos, como jóvenes. Son una población que exige visibilización y con ella la aclaración de variados prejuicios alrededor de sus prácticas e intereses para contribuir al crecimiento social de la región, con los aportes que desde sus prácticas pueden ofrecer.

Pero, sobre todo, buscan ser comprendidos por la población neivana. Quieren ser vistos sin prejuicios, dejar de ser asociados con vagancia, pandillismo, drogadicción o satanismo. Desean ejercer su derecho a la libre expresión y al libre desarrollo de su personalidad, incorporando aprendizajes adquiridos desde otros rincones del planeta, nutriendo sus mentes a través de las facilidades tecnológicas y acercando Neiva al resto del mundo, aportando variedad a una ciudad de crecimiento exponencial.